Kuro era un chico japonés que estudiaba en el instituto Nakura de Tokio. Era un chico guapo, de 1,8 metros, de ojos azules y pelo negro largo. Vivía con sus padres, y cuando caían las seis de la tarde, todos ellos iban a sus respectivos dormitorios, y abriendo un cajón oculto en el armario de futones, descansaba una piel completa de tanuki humanoide de orejas largas, con la cabeza separada del cuerpo. Al igual que sus padres, Kuro se fue a su dormitorio ese día, se desvistió mostrando su cuerpo twink, y cogió la piel por el cuello y comenzó a estirarlo hasta que le cupo una pierna. Según metía la pierna, notaba como el suave interior de la piel le daba la bienvenida, con calidez y cariño, hasta asentar su pie en su pata digitigrada. Kuro continuó metiendo su otra pierna, y luego procedió a tirar de la piel para situar bien su cola y su pene. El pene de la piel era bastante más grande y morcillón que el suyo. Era marrón, con un jugoso glande rosado todavía empapado del pre de la última vez que se masturbó esa misma mañana... Al meter su pene humano dentro del pene tanuki de la piel, lo sintió frió, era una sensación incómoda que sin embargo le provocaba una erección. Con la cola en tensión debido a la concentración, terminó de meter los brazos y de acoplarse el pecho y los abdominales de la piel sobre los suyos. En la isla de los Yokai hacia más ejercicio, así que mientras que su forma humana era más twink, su piel tanuki aún estaba cachas. Cuando Kuro terminó de colocarse la piel hasta el cuello, tomó la parte de la cabeza, y se la puso como una máscara, ajustándose las facciones y situando los ojos donde correspondía. Sus dientes comenzaron a afilarse y su hocico a llenarse, hasta que por fin terminó de volver a sentirse él mismo: Kuro el tanuki humanoide cambiapieles. Marrón, tan alto como en su aspecto humano y bastante más fornido. Su cola era alta y pomposa, alternando con rayas marrones y negras. Kuro, antes de bajar, tuvo que masturbarse otra vez, esa polla tan llena se lo estaba pidiendo. Agarró su polla con toda la zarpa, y procedió a masturbarse suavemente mientras jadeaba... Su zarpa golpeteaba contra sus testiculos, unos testiculos rebosantes y peluditos que podrían servir de almohada. Su larga melena negra, despeinada, caía en cascada por todo su cuerpo mientras se masturbaba entre suaves y lindos gemiditos... Kuro no estaba agusto teniendo que hacer uso de su aspecto humano casi todo el día, porque la forma humana solo les fue concedida precisamente para infiltrarse con humanos... Además, sabía que si alguien le robaba la piel, se quedaría con sus poderes y no podría volver a ser él mismo hasta recuperarla. Pero ahora se limitaba a pasar sus zarpas por su propio cuerpo, entre su pelaje, tocándose y disfrutando de sí mismo, jadeando, moviendo la cola de lado a lado. Repentinamente recordó a ese otro alguien que intentó robarle la piel, un amigo del instituto... Dejó de masturbarse un instante, y abrió un cajón del escritorio, sacando un dildo de carne muy realista, azul con el glande morado, que empezó a masturbarlo suavemente y comenzó a erectarse. Sí, ese alguien llegó hasta su habitación, cuando fue descubierto por su padre, el cual por suerte llevaba su propia piel puesta, y transformó al ladrón en el dildo de carne que estaba manipulando ahora. De eso hacia un año, el ladrón le ha dado muchos momentos felices desde entonces. Con este pensamiento, se introdujo el dildo en su trasero con un agudo gemido y continuó masturbándose. El glande chocaba contra su próstata, su saliva caía del placer por su comisura, y entre gemidos y gemidos, acabó corriéndose, manchando el suelo de blanco. Se sacó al ladrón del culo y lo untó con su semen antes de volver a dejarlo en el cajón. Fue su mejor amigo y lo uso para traicionarlo, ahora sería su dildo para el resto de su vida. Continuará...
Tras ponerse la piel (ver "Kuro"), Kuro bajo a comer, donde estaban su madre, su padre y su hermano mayor. Su hermano mayor era mucho más alto que él (Kuro medía 1,70 m y su hermano rondaba los 2 metros) y era increíblemente atractivo. De humano era musculoso, de facciones faciales delicadas y de ojos dorados, con una melena azul teñida estilo manga y tenía una novia por semana en la universidad, guapísimo, pero de Tanuki era divino: De pelaje azul cielo con una preciosa melena rojiza que culminaba en trenzas recogidas en una coleta. Sus dientes eran perfectamente blancos y su hocico parecía esculpido por los dioses.... Kuro se quitó ese pensamiento de la cabeza, era su hermano, pero estaba muy sexualmente necesitado, y no le dejaban meter en casa a su propio novio humano... Estaba tratando de ahorrar para alquilar una habitación de hotel para pasar la noche con él. En fin, tras la sobremesa, ayudó a recoger las cosas y se fue a su habitación para quitarse la piel, puesto que había quedado con su novio a la tarde.. Pero cuando estaba buscando la base de la máscara en el cuello, alguien tocó la puerta. -¿Quien es? *abrió, y se encontró con su hermano, dedicándole una sonrisa pícara* -¿Noah? ¿Qué necesitas? *viendo su sonrisa, se inquietó un poco* Noah entró y cerró la puerta tras de sí, se cogió la base de su máscara y la levantó lo suficiente como para que se viese el rostro humano ¡De su novio! - ¡! ¡Sash..*una zarpa le tapó la boca* - Ssssh... ¡Calla! Tu hermano me ha dejado su piel para pasar tiempo contigo...a cambio del teléfono de mi hermana. - *Kuro miro muy confuso* ¿Pero tu sabías que éramos tanukis? - *Sasha se colocó bien la máscara y sonriendo con el rostro del hermano de Kuro dijo* Sí, tu hermano tras unas cervezas suelta rápido la lengua. - ¿Y te parece b...? *Kuro fue callado por los carnosos labios de su hermano, y se silenció acariciando sus mofletes y su pelo* No sabía si eso estaba muy bien, porque técnicamente estaba besando a su hermano ¡Pero era su novio! Bah..qué más da. Todo empezó a importar poco cuando su polla se puso dura y empezaron a desvestirse mutuamente... Y cuando le bajó los calzoncillos a Noah, ahí estaba, la hermosa polla palpitante de su hermano, con ese olor estasiante que lo embargaba todo, ese glande azul verdoso cual caramelo. Se lo metió a la boca apoyando la barbilla contra sus generosos testículos forrados de peludito escroto, y empezó a chupar mientras su "hermano" trataba de no gemir demasiado. Cuando su boca se dió por satisfecha, debía sentir ese miembro en su trasero, cosa que Sasha pareció leerle la mente, y levantando a Kuro con los fuertes brazos de su hermano, dejo caer su ano en su polla, y a penetrarlo cual bestia salvaje. Fue cuanto estuvo apunto de correrse, cuando Sasha activó sin querer los poderes de Noah, y de un chispazo azul acabo creciendo latex sobre el cuerpo de Kuro, hasta convertirlo en un dron, en un proceso en el que penes de latex se le metían por todas partes mientras parecía hipnotizado, hasta acabar pareciendo un muñeco sexual tanuki. Sasha se asustó y le dijo a su novio: - ¡Kuro! ¡¿Estás bien?! - Sí maestro, yo siempre estoy bien ¿Cómo puedo servirte? Sasha se quedó mudo. Tendría que pedir ayuda...¿A los padres de Kuro? Ay madre... Continuara....